Delta del Ebro

El Delta del Ebro, con 320 km2 de superficie, es uno de los espacios húmedos más importantes del Mediterráneo, con un litoral punteado por grandes estanques y formidables arenales con magníficas dunas, así como unas tierras del interior donde, entre canales y lagunas, la mano del hombre ha impuesto el cultivo de los huertos, de los árboles frutales y, sobre todo, del arroz.
Entre la Punta del Fangar y la Punta de la Banya tiene cabida el Parque Natural del Delta del Ebro, un ecosistema de una gran riqueza de vegetación y avifauna de características peculiares, abierto al visitante respetuoso con la naturaleza, que encontrará en Deltebre un centro de información y un ecomuseo.

En los alrededores, numerosas carreteras invitan a hacer excursiones por el Delta y las costas que bordean el puerto natural de los Alfacs y otros lugares con riquísimos vestigios de historia y cultura, como el poblado ibérico de la Moleta del Remei en Alcanar y las pinturas rupestres de Ulldecona, declaradas Patrimonio de la Humanidad.
En el interior es muy interesante la visita al Museo de Picasso, en Horta de Sant Joan y al
Ayuntamiento renacentista de Àrnes. En torno al puerto de l’Ampolla, desde el Cap Roig a la
Punta del Fangar, se abre el golfo de Sant Jordi, una zona de aguas tranquilas, ideal para la práctica de todo tipo de deportes náuticos, con bellísimas playas y la Bassa de les Olles.
La cocina del delta del Ebro es abundante en platos que recogen la diversidad gastronómica de sus comarcas, principalmente los arroces, los platos de anguila, las angulas del Delta y los sabrosos langostinos de Sant Carles de la Ràpita.

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